Las fosas fueron halladas en la región este de México. En el lugar, especialistas encontraron manufacturas, pendientes y antiquísimas.
El Instituto de Antropología e Historia de México encontró una decena de entierros de más de 1000 años de antigüedad, con restos humanos y piezas de cerámica. El descubrimiento fue realizado en las cercanías del sitio arqueológico maya Chichén Itzá, en el este del país.
"Expertos del Instituto recuperaron una decena de entierros de más de 1.000 años de antigüedad. La mayoría de los esqueletos fueron hallados dentro de cistas (fosas), junto con casi 30 piezas de cerámica", informó un comunicado de la dependencia gubernamental mexicana.
Los entierros, localizados a unos 20 km de Chichén Itzá, uno de los mayores centros de desarrollo de la cultura maya, fueron realizados, estimativamente, en el año 700 de nuestra era, según informó el Instituto.
Se localizaron al menos siete osamentas, a un lado de las cuales, a manera de ofrendas, había unas 30 piezas de cerámica, entre platos, vasos, cuencos, además de puntas de obsidiana, cuentas de jade y pendientes de concha, lo que indica que quienes habitaron allí comerciaban con otras regiones de Mesoamérica.
Algunas de las piezas tienen inscripciones jeroglíficas, lo que es poco común en el área.
Estos descubrimientos y otros realizados en la zona han permitido "establecer que hace más de 1.200 años había una densidad poblacional importante, dispersa en asentamientos cercanos", añaden en el comunicado.
En el marco del descubrimiento, cabe destacar que la región de Chichen Itzá convocó a miles de personas en diciembre pasado, para celebrar "el fin del mundo". El multitudinario encuentro dejó enormes ganancias en el lugar, como lo indica éste informe: