Los excesos cometidos pueden traernos problemas.
Las digestiones pesadas y los empachos están a la orden del día provocando síntomas de distensión abdominal, epigastralgia, pirosis, náuseas y flatulencia que pueden ser fácilmente evitables siguiendo varios consejos básicos como son:
No abusar de las comidas, comiendo de todo pero en pequeñas cantidades y masticando correctamente. Sustituir el café de las comidas por infusiones que facilitan la digestión y evitan los gases como la manzanilla o el té verde.
Evitar la ropa ajustada después de la comida y esperar al menos dos horas antes de acostarnos después de una cena copiosa para facilitar la digestión y evitar problemas de reflujo.
Moderar el consumo de productos típicamente navideños como el marisco (por su ato contenido en grasa y ácido úrico), los turrones y el mazapán (por su alto contenido en azúcares y grasas.) y aumentar el consumo de verduras y frutas de temporada.
Moderar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente las de alta graduación; acompañar las principales comidas con una o dos copas de un buen vino o cava facilita la digestión y es suficiente para satisfacer los paladares más exigentes. En el caso de aparecer síntomas digestivos la toma de fármacos tensoactivos que eliminan los gases, de antiácidos y protectores gástricos en casos de pirosis o digestiones pesadas puede ser de ayuda siempre que hayan sido pautadas previamente por un médico.
Si los síntomas persistieran más de 48-72 horas después de una sobreingesta es necesario acudir a un profesional ya que pueden ser un signo la presencia de enfermedades digestivas que deben ser descartadas. Finalmente, las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cardiopatía o del aparato digestivo deben presta especial atención a su dieta en estas fechas, ajustando su alimentación a productos específicos, asegurándose que estén debidamente garantizados y evitando aquellos que no pueden comer el resto del año.
Las digestiones pesadas y los empachos están a la orden del día provocando síntomas de distensión abdominal, epigastralgia, pirosis, náuseas y flatulencia que pueden ser fácilmente evitables siguiendo varios consejos básicos como son:
No abusar de las comidas, comiendo de todo pero en pequeñas cantidades y masticando correctamente. Sustituir el café de las comidas por infusiones que facilitan la digestión y evitan los gases como la manzanilla o el té verde.
Evitar la ropa ajustada después de la comida y esperar al menos dos horas antes de acostarnos después de una cena copiosa para facilitar la digestión y evitar problemas de reflujo.
Moderar el consumo de productos típicamente navideños como el marisco (por su ato contenido en grasa y ácido úrico), los turrones y el mazapán (por su alto contenido en azúcares y grasas.) y aumentar el consumo de verduras y frutas de temporada.
Moderar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente las de alta graduación; acompañar las principales comidas con una o dos copas de un buen vino o cava facilita la digestión y es suficiente para satisfacer los paladares más exigentes. En el caso de aparecer síntomas digestivos la toma de fármacos tensoactivos que eliminan los gases, de antiácidos y protectores gástricos en casos de pirosis o digestiones pesadas puede ser de ayuda siempre que hayan sido pautadas previamente por un médico.
Si los síntomas persistieran más de 48-72 horas después de una sobreingesta es necesario acudir a un profesional ya que pueden ser un signo la presencia de enfermedades digestivas que deben ser descartadas. Finalmente, las personas con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, cardiopatía o del aparato digestivo deben presta especial atención a su dieta en estas fechas, ajustando su alimentación a productos específicos, asegurándose que estén debidamente garantizados y evitando aquellos que no pueden comer el resto del año.
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