Un bebé recién nacido fue arrojado a un lago en el sur de Tailandia. La criatura  fue descubierto por un grupo de niño que fueron a jugar cerca del lago y uno de ellos le dijo a la policía que olía algo estraño y que vio una bolsa negra al lado del estanque. La policía dijo que el la criatura murió por las mordeduras de los lagartos monitores.
Via Al Rojo Vivo