En Nigeria Un sacerdote confundió el agua bendita con gasolina y causó una explosión de un oleoducto matando a seis personas.
El pasado día 5, el párroco roció gasolina de un barril sobre un creyente pensando que en su interior había agua bendita y los dos quedaron envueltos en llamas cuando una vela cercana prendió el combustible.

 "El cura tomó un barril creyendo que contenía agua, ignorando que estaba llena de gasolina", El fiel murió y el sacerdote sufrió heridas graves. Además, el incendio se extendió desde la iglesia hasta un oleoducto cercano, provocando una explosión que mató a otros tres adultos y dos niños. En una grabación tomada por uno de los testigos se puede apreciar una enorme columna de humo negro sobre la zona afectada mientras los residentes intentan alejarse del lugar.