Según El Diario Sur, en un primer momento, la mujer ahora detenida narró a la Policía que un coche se había detenido junto a ella cuando se encontraba sentada en una parada de autobús de Málaga capital.
Según cuntó la mujer en su primer relato, cuatro desconocidos la obligaron por la fuerza a subirse al vehículo y la llevaron a una casa de la que solo recordaba el portón verde. Allí se cometió la supuesta agresión sexual y tras ella, los supuestos violadores la condujeron de vuelta a la parada de autobús de donde le habían secuestrado.
Los investigadores de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional comenzaron a investigar los hechos y tras cinco meses de trabajo el caso ha dado un giro de 180 grados, pues los agentes han concluido que lo que realmente ocurrió esa noche es que la mujer discutió con su pareja, se marchó de casa y mantuvo relaciones con su vecino, quien reconoció a la Policía los hechos pero defendió que habían sido relaciones consentidas. La conclusión final de los investigadores es que la mujer fingió su propio secuestro y una violación grupal para ocultar a su pareja una infidelidad con su vecino, por lo que ha sido detenida por un delito contra la Administración de Justicia.