En Amsterdam, Holanda, tras recibir llamadas de “gritos” en el hogar de un residente de la ciudad.
Los sonidos venia de una persona que estaba cantando ópera, aparentemente sin éxito, con audífonos puestos.
Los agentes tocaron en repetidas ocasiones la puerta y al no recibir respuesta, la derribaron para investigar el origen de los gritos. los involucrados, incluyendo el afectado, los vecinos y la policía se tomaron el malentendido con mucho humor.
Los sonidos venia de una persona que estaba cantando ópera, aparentemente sin éxito, con audífonos puestos.
Los agentes tocaron en repetidas ocasiones la puerta y al no recibir respuesta, la derribaron para investigar el origen de los gritos. los involucrados, incluyendo el afectado, los vecinos y la policía se tomaron el malentendido con mucho humor.