Tanu, de siete años, vivía con su madre, Renu Awasthi, en Gaura, un pequeño pueblo ubicado en Sitapur, al norte de India.
Hoy está sana y bien cuidada, pero estuvo al borde de la muerte por el salvajismo de los victimarios menos pensados, sus propios tíos. Según le contó a la policía, unos días atrás, la pareja fue a visitarla a su casa y se la llevó, sin el consentimiento de la madre.
Cuenta el dailymail. Tras tenerla un tiempo cautiva, la estrangularon para asesinarla. Al creerla muerte, se la llevaron hasta un cañaveral en el pueblo de Maanpur, y la enterraron. Jamás se imaginaron que la niña seguía viva.
Hoy está sana y bien cuidada, pero estuvo al borde de la muerte por el salvajismo de los victimarios menos pensados, sus propios tíos. Según le contó a la policía, unos días atrás, la pareja fue a visitarla a su casa y se la llevó, sin el consentimiento de la madre.
Cuenta el dailymail. Tras tenerla un tiempo cautiva, la estrangularon para asesinarla. Al creerla muerte, se la llevaron hasta un cañaveral en el pueblo de Maanpur, y la enterraron. Jamás se imaginaron que la niña seguía viva.
