Seguro eres de las personas que va al mercado y aplasta el aguacate para comprobar su consistencia, hasta encontrar uno que esté entre firme y suave.
El viejo truco que nos enseñaron nuestras mamás y abuelitas de ir al súper y aplastar los aguacate hasta encontrar uno que estuviera ni tan firme ni tan suave es una buena técnica, pero este tip te cambiará la vida. Es tan fácil que no creerás por qué no lo sabías antes. Deja de ser la persona que aplasta los aguacates en el supermercado para terminar con uno que está manchado y que pinta tu guacamole de un terrible color negro.
Lo único que tienes que hacer es quitar el pequeño tallo que tiene en una orilla. ¿Qué es lo que ves? Si la parte donde quitaste el tallo en el aguacate está hundida y de un color café oscuro ¡regrésalo! Lo que quieres es que esa pequeña partecita sea color miel. ¡Listo! Difícil de creer, ¿verdad? Te invitamos a que hagas la prueba la próxima vez que vayas a comprar aguacates. Esas ricas quesadillas no tendrán el color oscuro que le dan las manchas de un aguacate demasiado maduro.
Via Come Rico
El viejo truco que nos enseñaron nuestras mamás y abuelitas de ir al súper y aplastar los aguacate hasta encontrar uno que estuviera ni tan firme ni tan suave es una buena técnica, pero este tip te cambiará la vida. Es tan fácil que no creerás por qué no lo sabías antes. Deja de ser la persona que aplasta los aguacates en el supermercado para terminar con uno que está manchado y que pinta tu guacamole de un terrible color negro.
Lo único que tienes que hacer es quitar el pequeño tallo que tiene en una orilla. ¿Qué es lo que ves? Si la parte donde quitaste el tallo en el aguacate está hundida y de un color café oscuro ¡regrésalo! Lo que quieres es que esa pequeña partecita sea color miel. ¡Listo! Difícil de creer, ¿verdad? Te invitamos a que hagas la prueba la próxima vez que vayas a comprar aguacates. Esas ricas quesadillas no tendrán el color oscuro que le dan las manchas de un aguacate demasiado maduro.
Via Come Rico
