Esta mujer de 6 pies 3 pulgadas de alto y 280 libras, literalmente se gana el dinero “abrazando hombre”.
Con una imponente anatomía, Amazon Amanda es una modelo que literalmente se gana la vida destrozando a los hombres.No es para menos, rebasa el 1.92 de estatura y posee medidas un poco fuera de los niveles promedio: busto 44DD, 160 cm de cadera y un peso de cerca de los 130 kilos. Algunos pensaran que no es para tanto, pero la particularidad de esta modelo radica en el público al que atiende: hombres que desean ser aplastados, machacados o -ya de menos- ser vistos con tremenda mujerzota en público.
Aunque desde pequeña siempre sobresalió sobre los y las demás por su talla, fue hasta ya mayor que le comenzó a sacar provecho al asunto: descubrió que existe toda una subcultura en la que hombres pagan por el simple hecho de estar junto a ella… aunque consciente de su poderío físico, ha llegado a negar sus servicios, por temor a aplastar a sus clientes, como fue el caso de un enfermo terminal.
Actualmente asentada en Las Vegas, Amanda Soule –su verdadero nombre- cuenta con una extensa lista de clientes, además de una gran cantidad de fans en redes sociales: simplemente en Twitter tiene 6 mil seguidores.Aunque no falta quien quiera darse una buena atascada con esta frágil dama, ella asegura que nunca no llega a los niveles de prostituta o scort: si acaso llega a usar lencería o quedar sólo en brassier… pero de lo otro, nada. Cómo para qué, seguramente no le harían ni cosquillas.
Via Mirror
Con una imponente anatomía, Amazon Amanda es una modelo que literalmente se gana la vida destrozando a los hombres.No es para menos, rebasa el 1.92 de estatura y posee medidas un poco fuera de los niveles promedio: busto 44DD, 160 cm de cadera y un peso de cerca de los 130 kilos. Algunos pensaran que no es para tanto, pero la particularidad de esta modelo radica en el público al que atiende: hombres que desean ser aplastados, machacados o -ya de menos- ser vistos con tremenda mujerzota en público.
Aunque desde pequeña siempre sobresalió sobre los y las demás por su talla, fue hasta ya mayor que le comenzó a sacar provecho al asunto: descubrió que existe toda una subcultura en la que hombres pagan por el simple hecho de estar junto a ella… aunque consciente de su poderío físico, ha llegado a negar sus servicios, por temor a aplastar a sus clientes, como fue el caso de un enfermo terminal.
Actualmente asentada en Las Vegas, Amanda Soule –su verdadero nombre- cuenta con una extensa lista de clientes, además de una gran cantidad de fans en redes sociales: simplemente en Twitter tiene 6 mil seguidores.Aunque no falta quien quiera darse una buena atascada con esta frágil dama, ella asegura que nunca no llega a los niveles de prostituta o scort: si acaso llega a usar lencería o quedar sólo en brassier… pero de lo otro, nada. Cómo para qué, seguramente no le harían ni cosquillas.
Via Mirror
