Científicos japoneses descubrieron que comer mandarinas podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer hepático. Asimismo, evitaría el endurecimiento de las arterias y la resistencia a la insulina.
La vitamina A conocida como 'carotenoides', la cual otorga a la fruta el color anaranjado, produce un efecto antioxidante, que puede tener una función anticancerígeno, indicaron los especialistas. Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Árboles Frutales, examinaron más de a mil personas en la ciudad japonesa de Mikkabi, que comieron un alto número de mandarinas.Sigue leyendo
La vitamina A conocida como 'carotenoides', la cual otorga a la fruta el color anaranjado, produce un efecto antioxidante, que puede tener una función anticancerígeno, indicaron los especialistas. Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Árboles Frutales, examinaron más de a mil personas en la ciudad japonesa de Mikkabi, que comieron un alto número de mandarinas.Sigue leyendo
