"No se lo dé a un ruso”, es el nombre de la campaña que busca enfrentar los apetitos rusos por el territorio ucraniano y llama la atención por sus acciones en Crimea.
La campaña fue iniciada por un grupo de “meritorias” mujeres, que incluye a empresarias, periodistas y escritoras, dijo Karpa. Agregó que la frase “No se lo dé a un ruso” es una versión moderna de un verso del popular poeta ucraniano Taras Shevchenko: “Enamórense, doncellas de oscuras cejas, pero no de un ruso”. El grupo en Facebook ya ha cosechado más de 2500 “me gusta” y ha sido retomado por populares periódicos locales.

 Las activistas ucranianas siguen el ejemplo de mujeres de Liberia, Kenia, Togo, Colombia y otros países que en el pasado realizaron huelgas de tener relaciones  para alejar a los hombres de la guerra. La tradición se origina en Lisístrata, una pieza teatral del griego Aristófanes, donde las mujeres rechazan acostarse con sus hombres hasta que no termine la guerra del Peloponeso.