Charlotte Figi, de 7 años, sufría hasta 300 por semana y estaba en silla de ruedas.
La niña, que padecía de un inusual trastorno genético, experimentaba hasta 300 convulsiones por semana, usaba silla de ruedas, caía en paro cardíaco y apenas podía hablar. Como último recurso, su madre empezó a llamar a comercios de venta de marihuana para usos médicos.Leer más
La niña, que padecía de un inusual trastorno genético, experimentaba hasta 300 convulsiones por semana, usaba silla de ruedas, caía en paro cardíaco y apenas podía hablar. Como último recurso, su madre empezó a llamar a comercios de venta de marihuana para usos médicos.Leer más
