Si bien la cara es el espejo del alma, muchas personas aseguran que las manos son un segundo espejo.
La onicofagia es el hábito o manía de morderse las uñas. En la mayoría de los casos comienza en la niñez, imitando a los adultos que lo hacen como un medio para calmarse cuando están tensos, frustrados o durante una emoción negativa.

Con el tiempo suele surgir con más frecuencia; por ejemplo: al tener las manos desocupadas, sentir aburrimiento, estar pensando en algo, o simplemente tener las manos cerca de la boca.Sigue leyendo

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