La meta era saturar las mentes de los presos, lo que provocaba daños físicos y sicológicos de gran envergadura.
Hoy que se conmemoran 40 años del golpe de estado que llevó al fallecido dictador Augusto Pinochet a tomar el poder en Chile, han salido a la luz algunas de las técnicas que su régimen empleaba para infligir daños sicológicos a los presos políticos y a los disidentes que acababan entre rejas.
Entre ellos, sorprende el malévolo uso de los éxitos del cantante español Julio Iglesias como instrumento de castigo y tortura, una intencionalidad que cumplía sus objetivos a través de la reproducción "constante y a gran volumen" de los acordes y la suave voz del emblemático artista.Leer más en eldiariony
Hoy que se conmemoran 40 años del golpe de estado que llevó al fallecido dictador Augusto Pinochet a tomar el poder en Chile, han salido a la luz algunas de las técnicas que su régimen empleaba para infligir daños sicológicos a los presos políticos y a los disidentes que acababan entre rejas.
Entre ellos, sorprende el malévolo uso de los éxitos del cantante español Julio Iglesias como instrumento de castigo y tortura, una intencionalidad que cumplía sus objetivos a través de la reproducción "constante y a gran volumen" de los acordes y la suave voz del emblemático artista.Leer más en eldiariony
