Un comensal protestó por la falta de higiene y lo echaron a patadas. Cuando la Justicia ordenó que le pagaran una compensación, los dueños del local chino quisieron vengarse.
A la enorme dificultad para trasladar las monedas, se agregaba para Qian la penosa tarea de encontrar un banco que aceptara cambiar por billetes esos 11 mil dólares. Tras una intensa búsqueda, sólo uno se mostró dispuesto a hacerse cargo de la faena, para la cual reclutó a un equipo especial de 18 personas para contar las monedas.
A la enorme dificultad para trasladar las monedas, se agregaba para Qian la penosa tarea de encontrar un banco que aceptara cambiar por billetes esos 11 mil dólares. Tras una intensa búsqueda, sólo uno se mostró dispuesto a hacerse cargo de la faena, para la cual reclutó a un equipo especial de 18 personas para contar las monedas.
