El pontífice visitó el hospital de Río de Janeiro dedicado a la recuperación de jóvenes drogadictos.
Tras viajar ayer al santuario de Aparecida, la patrona de Brasil, el papa regresó a Río de Janeiro y visitó el hospital San Francisco de Asís de la Providencia, dedicado a la recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos, donde abrazó a dos muchachos que se curan en el centro y les dijo que la Iglesia no les deja solos y que tienen que luchar para que "no le roben la esperanza".
Francisco aseguró que en Brasil y en el mundo hay situaciones que necesitan atención, como la lucha contra la drogodependencia, pero que sin embargo lo que prevalece en la sociedad es el egoísmo. "¡Cuántos 'mercaderes de muerte' que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!.
Tras viajar ayer al santuario de Aparecida, la patrona de Brasil, el papa regresó a Río de Janeiro y visitó el hospital San Francisco de Asís de la Providencia, dedicado a la recuperación de jóvenes drogadictos y alcohólicos, donde abrazó a dos muchachos que se curan en el centro y les dijo que la Iglesia no les deja solos y que tienen que luchar para que "no le roben la esperanza".
Francisco aseguró que en Brasil y en el mundo hay situaciones que necesitan atención, como la lucha contra la drogodependencia, pero que sin embargo lo que prevalece en la sociedad es el egoísmo. "¡Cuántos 'mercaderes de muerte' que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa!.
