El uso de la energía es indispensable y pocas veces nos detenemos a pensar en la importancia y los beneficios de utilizarla eficientemente. Ahorrar energía es una tarea colectiva que requiere del esfuerzo y conciencia de todos. Cambiando pequeños hábitos puedes contribuir con el ahorro energético.
Cada uno de los aparatos eléctricos que utilizamos consume diferentes cantidades de energía, dependiendo de su eficiencia energética y de cuánto tiempo lo utilicemos. Ya sabemos que cada vez se vuelve más importante el término de “eficiencia energética” debido al sobrecalentamiento global, y de paso, ahorrar energía eléctrica en nuestro hogar nos permitirá ahorrar también en la factura de luz. Por ejemplo, la tostadora de pan y la plancha funcionan con resistencias que convierten la electricidad en calor y consumen mucha energía; sin embargo, la tostadora se utiliza sólo durante algunos minutos, mientras que la plancha se usa más tiempo y, por lo mismo, consume más energía eléctrica.
Cabe señalar que la iluminación representa la tercera parte del consumo de energía eléctrica en el hogar, otra tercera parte es la de la nevera, y la restante es la de todos los demás aparatos eléctricos en promedio.