Estaba debajo de un mercado de la capital rusa. Unos 200 inmigrantes eran mano de obra para trabajos textiles. Tenían un gallinero, un cine y un casino.
Para que no salieran al exterior, el complejo subterráneo tenía “comodidades”, que incluían tanto las mesas de trabajo como las habitaciones en las que vivían hacinadas las personas, que también eran utilizadas en la confección de ropa.
Para que no salieran al exterior, el complejo subterráneo tenía “comodidades”, que incluían tanto las mesas de trabajo como las habitaciones en las que vivían hacinadas las personas, que también eran utilizadas en la confección de ropa.
