En Filadelfia, Estados Unidos, una pareja de creyentes no le brindó asistencia médica a su hijo enfermo, y éste falleció.
Herbert y Catherine Schaible enfrentan cargos por la muerte de su bebé Brandon. Habían sido condenados por homicidio involuntario después que otro hijo, Kent, de 2 años, falleció en el 2009. La fiscalía dijo que oraron por Brandon durante dos semanas antes de que muriese y nunca llamaron a un médico.
