Sergio García robó protagonismo al estadounidense Tiger Woods con su golpe imposible.
Apoyado en uno de los coches, escaló el árbol en el que se posó su pelota. Tras buscarla y analizar cómo sacarla de ahí con las piernas apoyadas sobre las ramas, decidió impactar de espaldas y logró el objetivo.
Apoyado en uno de los coches, escaló el árbol en el que se posó su pelota. Tras buscarla y analizar cómo sacarla de ahí con las piernas apoyadas sobre las ramas, decidió impactar de espaldas y logró el objetivo.
