El asteroide 2012 DA14, de unos 45 metros de diámetro, pasará el próximo viernes a 27.000 kilómetros de la Tierra,
Pese a que está descartado el impacto del 2012 DA14 contra la superficie terrestre, su navegación ocurrirá cercana a la órbita trazada a los 30.000 kilómetros en la que se ubican los satélites de posicionamiento global GPS, y la geoestacionaria, a 36.000, donde orbitan los satélites de comunicaciones y televisión.

 Remanentes del origen del Sistema Solar, los asteroides se fueron constituyendo como restos de rocas que colapsaron entre sí, creando los planetas, informó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet. Cuando un asteroide ingresa en la atmósfera terrestre se convierte en meteorito o estrella fugaz, y puede desintegrarse o impactar contra la superficie de la Tierra dependiendo de su tamaño, composición química, grado de fragmentación o ángulo con el que ingresa.

 Hay zonas en las que orbitan una gran cantidad de estas reliquias de la formación del Sistema Solar, como el cinturón ubicado entre Marte y Júpiter. Desde la década del '90, la agencia espacial estadounidense NASA tiene cinco programas para estudiar los asteroides grandes que están cerca de la Tierra, y “ya se han catalogados cerca de diez mil de esos objetos que están girando”, indicó Cristian Giuppone, astrónomo e investigador del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental, del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba. El 2012 DA14 se descubrió hace un año y, si bien la precisión con la que se conoce la órbita de este satélite permite asegurar que un impacto con la Tierra es imposible, la preocupación está centrada en que su tránsito coincide con el sector en el que se encuentran los satélites relacionados a las comunicaciones.

 Aunque sí será observable con instrumentos especiales, es poco probable que el fenómeno se vea a simple vista, ya que el asteroide tiene un brillo muy bajo y durante su máximo acercamiento se encontrará bajo el horizonte.