Son 12 hombres y 20 mujeres. Hay empleados que no figuran en las listas de muertos y heridos. Los rescatistas buscan desparacidos bajo los escombros.
Entre policías, bomberos, paramédicos y otros, son unas 500 personas las que están removiendo los restos del edificio en busca de más sobrevivientes. Los principales trabajos se centran en los sótanos, donde se produjo la explosión.
Mientras, muchos aseguran que sus familiares tienen que estar allí, ya que son empleados que jamás retornaron a sus casas y que no figuran en las listas de muertos y heridos.
