Según fuentes policiales, un joven perdió el control de su automóvil en una autopista cerca de Poughkeepsie, Nueva York.
Como consecuencia de la tormenta Nemo, que azota por segundo día consecutivo el noreste de Estados Unidos, las autoridades reportaron al menos dos muertos, sumado a la paralización del transporte y un corte de enería eléctrica que afecta a 650.000 hogares.
Según fuentes policiales, un joven perdió el control de su automóvil en una autopista cerca de Poughkeepsie, Nueva York, atropellando a un hombre de 74 años que caminaba por la banquina.
En Auburn, New Hampshire, otro hombre murió al perder el control de su vehículo y estrellarse contra un árbol.
“Quiero ser claro: 60 o 90 centímetros de nieve en este lapso es un tipo de tormenta profundamente diferente de lo que hemos afrontado en el pasado”, aseguró el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick.
“Las condiciones son extremadamente peligrosas y la recuperación será muy lenta”, agregó.
En muchos lugares se superaron los 60 centímetros de nieve pronosticados como máximo y se espera que se llegue hasta los 90 centímetros, record absoluto en tan pocas horas.
Seis estados mantienen la emergencia climática. Entre ellos, Nueva York, Connecticut, Massachusetts y Rhode Island, todos de la zona nordeste del país.
El impacto de la feroz tormenta invernal bautizada Nemo cruzó la frontera y afectó algunas ciudades canadienses. Por ejemplo, Toronto, donde se pronostica para el sábado la caída de 30 centímetros de nieve, debió cancelar todos los vuelos de su Aeropuerto Internacional de Pearson.
John F. Kennedy, Newark Airport y LaGuardia, los tres principales aeropuertos de Nueva York, fueron cerrados en la últimas horas. Lo mismo se decidió con el Logan Airport de Boston, capital de Massachusetts.
El sábado ya fueron cancelados más de 5 mil vuelos en Nueva York y en la región de Nueva Inglaterra.