500 inspectores sanitarios para supervisar si los productos que se venden en el país cumplen con los controles de calidad.
Lo peor, es que muchos no cumplen con su labor de centinela, otros están incapacitados, algunos de pensión y hay empresarios que se aprovechan de la escasa vigilancia para violar las normas de inocuidad y calidad que deben tener los alimentos y otros productos que se comercializan en el país. Mientras tanto, la población no confía en las autoridades en materia de control sanitario.
En los puertos es donde hay más escape o falta de control, y se permite la entrada al país de artículos y objetos que no están aptos para el consumo humano. Y, aunque las autoridades aseguran que desde una freiduría hasta grandes cadenas de producción de alimentos son supervisadas, en un sondeo en varios establecimientos se comprobó que esa vigilancia no es periódica. Cuando alguna persona hace una denuncia o cuando un medio de comunicación publica alguna noticia al respecto, es que las autoridades actúan y sólo hasta que el tema está en el tapete. El viceministro de Salud Ambiental, Roberto Berroa, confirma la falta de vigilancia, e informa que están en un proceso de profilaxis y captación de nuevo personal con experiencia en el área de manejo de alimentos y de saneamiento ambiental. Dijo que han detectado algunas acciones que chocan con los principios éticos y han cancelado a tres personas y tienen varios en observación. Para corregir esas distorsiones, el Ministerio de Salud Pública elevó a viceministerio la Dirección Nacional de Salud Ambiental. Ver más>>>
Lo peor, es que muchos no cumplen con su labor de centinela, otros están incapacitados, algunos de pensión y hay empresarios que se aprovechan de la escasa vigilancia para violar las normas de inocuidad y calidad que deben tener los alimentos y otros productos que se comercializan en el país. Mientras tanto, la población no confía en las autoridades en materia de control sanitario.
En los puertos es donde hay más escape o falta de control, y se permite la entrada al país de artículos y objetos que no están aptos para el consumo humano. Y, aunque las autoridades aseguran que desde una freiduría hasta grandes cadenas de producción de alimentos son supervisadas, en un sondeo en varios establecimientos se comprobó que esa vigilancia no es periódica. Cuando alguna persona hace una denuncia o cuando un medio de comunicación publica alguna noticia al respecto, es que las autoridades actúan y sólo hasta que el tema está en el tapete. El viceministro de Salud Ambiental, Roberto Berroa, confirma la falta de vigilancia, e informa que están en un proceso de profilaxis y captación de nuevo personal con experiencia en el área de manejo de alimentos y de saneamiento ambiental. Dijo que han detectado algunas acciones que chocan con los principios éticos y han cancelado a tres personas y tienen varios en observación. Para corregir esas distorsiones, el Ministerio de Salud Pública elevó a viceministerio la Dirección Nacional de Salud Ambiental. Ver más>>>
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