La policía en Nueva York está probando un escáner de alta tecnología que, dice, puede detectar armas ocultas a una distancia de unos 10 metros.
El comisionado de policía, Ray Kelly, dice que los ensayos del nuevo dispositivo comenzaron hace un año y están en una fase avanzada.
La máquina, que puede esconderse en un carro, mide la energía natural que emiten personas y objetos.
Un objeto metálico escondido bloquea esta energía y se muestra como una imagen borrosa.
El dispositivo se ve como una posible alternativa a la controversial táctica de prevención conocida en inglés como "Stop and Frisk" (Detener y Revisar).
Se trata de un programa según el cual los agentes de policía pueden interrogar y requisar a quienes consideren sospechosos.
Sin embargo, los críticos de este programa aseguran que esta política ha llevado a que miles de jóvenes negros y latinos sean detenidos sin causa.
