El desempleo, el alza de los impuestos y las rebajas salariales impactaron en el bolsillo de las familias españolas.
El gasto en comida realizado por los hogares españoles se mantuvo a la baja en los últimos tres meses, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Esto se debe a la crisis que atraviesa el país, con el aumento del desempleo, las rebajas salariales y la suba del IVA (impuesto al valor agregado).
Según consigna el periódico español El País, las cantidades que entraron en las casas bajaron un 1,8% en octubre, el mismo nivel en valor porque se mantuvieron los precios, y un 2,3% en septiembre, es decir, un 1,5% con un aumento del precio medio del 0,7 por ciento.
La caída del consumo se registró después de las vacaciones de verano en España, cuando entró en vigor el aumento del IVA impulsado por el Gobierno de Mariano Rajoy en el marco de las medidas anti crisis. Muchos de los productos comenzaron a tener una recarga impositiva del 10% en lugar del 7 por ciento. En consecuencia, hubo sectores domésticos que reemplazaron alimentos, como aceite de girasol en lugar de oliva, o empezaron a consumir segundas o terceras marcas. El hecho de que el ahorro se haya trasladado al sector alimentario refleja la gravedad de la situación económica en que se encuentra España. Por lo general, es el último en caer en nivel de consumo.
Las personas suelen preferir renunciar a los artículos de lujo, resignar viajes o reducir gastos como cenas en restaurantes, salidas al cine y otras actividades ligadas al placer. Por lo general, se evita sacrificar la calidad y la cantidad de alimentos.
Según consigna el periódico español El País, las cantidades que entraron en las casas bajaron un 1,8% en octubre, el mismo nivel en valor porque se mantuvieron los precios, y un 2,3% en septiembre, es decir, un 1,5% con un aumento del precio medio del 0,7 por ciento.
La caída del consumo se registró después de las vacaciones de verano en España, cuando entró en vigor el aumento del IVA impulsado por el Gobierno de Mariano Rajoy en el marco de las medidas anti crisis. Muchos de los productos comenzaron a tener una recarga impositiva del 10% en lugar del 7 por ciento. En consecuencia, hubo sectores domésticos que reemplazaron alimentos, como aceite de girasol en lugar de oliva, o empezaron a consumir segundas o terceras marcas. El hecho de que el ahorro se haya trasladado al sector alimentario refleja la gravedad de la situación económica en que se encuentra España. Por lo general, es el último en caer en nivel de consumo.
Las personas suelen preferir renunciar a los artículos de lujo, resignar viajes o reducir gastos como cenas en restaurantes, salidas al cine y otras actividades ligadas al placer. Por lo general, se evita sacrificar la calidad y la cantidad de alimentos.
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