“Una mansa paloma”, era lo que parecía Gabriel Enmanuel Lamí Román, el hombre que mató a tres mujeres y a una niña de dos años.
Leonela Luciano Méndez, la mujer que el pasado mes estuvo en el mismo lugar donde fueron asesinadas sus hermanas Vicky Thalía Irrizari y Yeimy Rasanny Luciano Méndez, su madre Sahara Méndez, y a su sobrina Mía Camila Félix Luciano, manifestó en una entrevista esta mañana que el hombre parecía indefenso.

No lo era. En el programa radial “El Sol de la mañana”, Luciano Méndez narró cómo Lamí Román, cuando buscando a su expareja Vicky, entró a la fuerza al apartamento de la familia en Invivienda y ejecutó la matanza.

 Luciano Méndez contó que el matador, el día de la tragedia, se encontraba en casa de un vecino insistiendo en comunicarse con su hermana Vicky. Después de muchas llamadas y tocar la puerta en vano, “como veía que no le abríamos ni le hacíamos caso, él usó la violencia, rompió la puerta, entró con su pistola y pasó lo que pasó”, relató la mujer que sobrevivió porque se encerró en una habitación de la residencia. “Él no dio tiempo a nada”, respondió cuando le cuestionaron si en el intento del hombre por entrar, la familia no pidió ayuda.

 La sobreviviente confirmó que el matador-suicida conoció a su hermana Vicky por unos vecinos y que, como desde el inicio se dice, ellos tenían aproximadamente cuatro meses siendo pareja. Asimismo, detalló que Vicky estaba decidida a no volver con su ex “bajo ningún concepto. Incluso ella dijo que estaba con él porque él la tenía amenazada con que mataría a toda su familia si lo dejaba”.