Los dominicanos celebraron por todo lo alto la llega de un año nuevo que promete ser más esperanzador y de progreso que el 2012 que recién finaliza.
En barrios, sectores y ciudades de la capital y pueblos del interior del país se observaba las fiestas de celebración, especialmente en la avenida del Malecón, convertido en la discoteca más grande del mundo.
En gran parte del mundo millones de personas celebran también la llegada del nuevo año 2013. La fiesta comenzó en el Pacífico, con un espectácular despliegue de fuegos artificiales en Sidney (Australia), como es tradición cada año.
En Birmania por primera vez se celebró oficialmente el año nuevo, la última muestra de la relajación en los controles políticos sobre la vida diaria. En España millones de personas comieron las 12 uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la céntrica Puerta del Sol de Madrid. En Londres una multitud se concentró en la plaza de Trafalgar y en las orillas del Támesis para escuchar las campanadas del Big Ben. Mientras en Nueva York se reunieron ya miles de personas en Times Square, donde cada 31 de diciembre la bajada de la bola de cristal marca la llegada de un nuevo año.
En barrios, sectores y ciudades de la capital y pueblos del interior del país se observaba las fiestas de celebración, especialmente en la avenida del Malecón, convertido en la discoteca más grande del mundo.
En gran parte del mundo millones de personas celebran también la llegada del nuevo año 2013. La fiesta comenzó en el Pacífico, con un espectácular despliegue de fuegos artificiales en Sidney (Australia), como es tradición cada año.
En Birmania por primera vez se celebró oficialmente el año nuevo, la última muestra de la relajación en los controles políticos sobre la vida diaria. En España millones de personas comieron las 12 uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la céntrica Puerta del Sol de Madrid. En Londres una multitud se concentró en la plaza de Trafalgar y en las orillas del Támesis para escuchar las campanadas del Big Ben. Mientras en Nueva York se reunieron ya miles de personas en Times Square, donde cada 31 de diciembre la bajada de la bola de cristal marca la llegada de un nuevo año.
